Un cigarro para reflexionar.

Uno, dos, tres segundos bastan, dos más y me harto lo suficiente para irme.
Casi es insoportable, mis ojos aburridos se mueven frenéticos de lado a lado.
Tal vez debería irme ya...pero me quedan cigarros, y recién son las seis. Aún queda tarde para disfrutar.

Poco antes de las siete decidí irme. Hacía mucho frío además. Mientras caminaba camino al paradero recordé los dos cigarros que quedaban en mi bolsillo. Me compré un bonobon y me senté en una banca frente a una farmacia de una calle a fumar. Mientras fumaba intentaba disfrutar el cigarro, pero no pude, éste estaba impregnado de culpa, cansancio, amargura... vaya.

Qué puedes pensar? reflexionar sobre la vida tal vez, sobre tu existencia, sobre tu día, sobre tus amigos, sobre tu familia, sobre tu forma de hablar, sobre el increíble crecimiento comercial de la ciudad, sobre la motivación del malabarista de aquel semáforo, sobre Dios, sobre los humanos, sobre cualquier cosa... o tal vez sobre la nada.
De cualquier forma el resultado será el mismo, nada exteriormente habrá cambiado y yo seguiré fumando del mismo cigarro áspero a la garganta y sintiendo ese viento helado en la cara.